Para afrontarlas necesitamos una planificación perfecta, bien milimetrada y además con un poder grande de reacción ante los problemas que puedan surgir.

• Nieves y hielo en los puertos de montaña.
  Fuertes vientos en el Estrecho y Levante que paralizan los buques y retrasan los atraques.
  Niebla densa en el valle del Ebro y Cataluña que obliga a reducir velocidad y a duplicar los tiempos de seguridad.
  Todo ello exige cadenas, neumáticos de invierno, planes alternativos de ruta y conductores altamente profesionales ( y nuestros conductores son la leche).
• Mayor consumo de combustible y AdBlue. El frío aumenta entre un 8-12 % el consumo. Por eso reforzamos la formación en conducción eficiente en invierno y ajustamos los planes de mantenimiento (anticongelante, baterías, calefacción estacionaria Webasto…).